sábado, 6 de septiembre de 2008

La ira


Hay gente que tiene la facultad de sacarme, de hacer salir la ira de mí, y de una forma u otra, descargarme un poquito de la bronca que me dan ciertas cosas, de las cosas que no digo para no armar confusiones, ni líos, ni peleas, y tan sólo herir al otro.

Pero hay veces que uno te dice las cosas, y se cree que tiene razón, y te dá bronca no tener la última palabra, sólo por el hecho de no seguir una discusión inútil con un testarudo. Hay otras veces que te da bronca, porque tiene razón y porque te cuesta admitirlo, tengo que admitir que me cuesta aprender a equivocarme, que aunque mi vida NO sea un éxito como Llamas dice que lo es, me cuesta y me siento una inútil al equivocarme, al quedar inferiorizada de los demás por una puta vez, aunque sé que de los errores se aprende, sé que alguna vez hasta la persona que parece más inútil me puede superar, y me cuesta demasiado, pero LO ENTIENDO que es lo importante. Porque la vida cada vez me enseña más cosas y así aprendo a que nada es perfecto, que la perfección, por más que la ame, no existe. Que hay que aprender a tropezarse y levantarse, hay que aprender a admitir un pequeño deslíz, hay que aprender que a veces todo no se puede, que se hace o una cosa o la otra. Sí , lo sé, tengo que seguir madurando y aprendiendo como hasta ahora, gente, me falta mucho por vivir, por tropezar, por levantarme, por aprender, por llorar, por reír, por gritar, por callar, por seguir adelante sin mirar atrás .

Espero que sepan entender, que no es que el orgullo me gane de mano, es que mi propia conciencia siempre quiere más, más, más. Y cada día aprendo más a que en la vida NADIE NI NADA ES PERFECTO.


Anto.

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