miércoles, 27 de octubre de 2010

el salmón.

Por 51632° vez el lugar que tendría que sentir como mi hogar, se transforma en una especie de sitio ajeno, en el que me siento totalmente fuera de foco, perdida, desentendida. 17 años y 5 meses de vida nada más, pero lo suficiente para estar cansada realmente de que nadie entienda que quiero vivir la vida a mi manera, que para mí la felicidad se consigue con otras pequeñas cosas que nadie sabe ver. No pido independencia, no pido cualquier cosa, sólo pido que me dejen ser, que me dejen vivir cada minuto para poder decir: sí, yo vivo mi vida.
Odio sentirme así, odio pensar que ellos no me soportan, que voy contra la corriente todo el tiempo, que piensan que estoy loca, que soy incoherente, que soy cualquier cosa. No vine a este mundo para que quienes considero mis ejemplos de vida sólo me valoren por los 9 y los 10, por estudiar para la facultad desde los 16 años, porque puedo discutir sobre política, porque puedo memorizar miles de cosas, porque tengo mi futuro casi todo planeado, porque quiero ser abogada, porque soy la más "estudiosa" de la familia y la que siempre estuvo un poco adelantada, me cago en todo eso.
Yo quiero que me valoren por lo que soy, por lo que anhelo que no es poco, por mis valores, mis creencias, mis proyecciones hacia un horizonte que quiero dibujar con mi presente. Pero bueno, desafortunadamente es mucho pedir, y lo que más parecen resaltar acá son mis defectos. Los puedo enumerar a todos y cada uno, ya los escuché varias veces y no me cuesta nada admitir que algunos son ciertos, pero no me cuesta admitir tampoco que tengo virtudes que parecen ser vistas por unos pocos, por esos cómplices que la vida me puso a mi lado para que alimenten mis sueños. Me sirve, sí; y hoy en día es lo que me da más fuerzas para luchar por ellos, pero ¿hasta qué punto me sirve si aquellos gracias a los que hoy soy lo que soy no entienden mi forma de llegar a ser quien quiero ser?
Es típico de la edad, bla bla. Sí, puede ser. Aunque puedo firmar acá que esta adolescente va a tener el carácter de mierda toda la vida, ¿es mucho pedir que entiendan que soy así? Tal vez me toque a mi tener que adaptarme a todos los demás, tener que cambiar para poder amoldarme a todos. Juro que lo intento, pero cuesta, y mucho. Es mi esencia, soy así.
Hasta cuándo seguirá este calvario? No lo sé, y ojalá lo supiera. No quiero arruinar más días ni arruinarmelos (o que me los arruinen, mejor dicho). Sólo espero que el destino me de una mano y juegue a mi favor de una puta vez, y así poder disfrutar esta vida que tantas caídas me hizo vivir y me dió la fortaleza para estar acá erguida, aunque hoy no puedo tener la frente en alto, hoy no puedo. Hoy me siento una más del montón, hoy me siento un salmón, y me doy cuenta que ir contra la corriente cansa, duele, lastima, desgasta.
Aún así, tengo las condiciones para seguir nadando. Hay que seguir Anto, ¿sabés todas las que te esperan?. Sí, lo sé, pero para poder seguir necesito que me dejen ser, que me dejen nadar como yo quiero. Nada más.

Anto P.

Escuchen esta canción, amaría que fuese eterna, me hace bien.
http://www.youtube.com/watch?v=9drfW4VYfgU

lunes, 18 de octubre de 2010

the way it's gonna be

La flexibilidad es una herramienta que necesito . Tengo que darme permiso para equivocarme, enojarme y llorar. También para sentir bronca y enojo, y para perdonarme, sanarme, recuperarme y ser otra vez felíz.
Somos capaces de transformar una emoción tóxica a través de acciones positivas y debemos saber que podemos hacerlo. Es necesario que, aunque cueste, nos dirijamos decididamente a lo que sabemos que nos hace bien y nos genera bienestar: el cambio.

Se puede elegir superar sea cual fuere la situación en la que uno se encuentre ¡No tengo que permitir que las emociones tóxicas me acompañen para siempreee!

Hoy solo tengo que elegir por mí. Tendré problemas, dificultades, momentos inolvidables y otros que no quisiera recordar, pero de todos ellos puedo sobreponerme.
No nací por casualidad, nací porque tengo un propósito, un sueño que lleva MI nombre y me está esperando.


Anto P.

martes, 12 de octubre de 2010

Benditos son.

Indescriptible. Realmente indescriptible lo que siento ahora, 11.57 pm, mirando de reojo mi televisor, escuchando la narración de uno de los rescates más emocionantes de la historia, viendo en esas ojeadas una familia que en la sola mirada refleja una felicidad tan grande como la valentía, el coraje, el amor por la vida de Florencio, el primero en salir.
No sé a quién admirar más, si a estos 33 hombres con (hablando en criollo) unos huevos INCREIBLES y perfectamente puestos. Si a la Madre Tierra que, a pesar de querer retenerlos, los supo cuidar y proteger estos días. O si a la razón humana, por permitirle a estos hombres pensar las estrategias necesarias para aguantar ese calvario hasta cuando parecía realmente imposible; o por permitirle a esas mentes brillantes elaborar este rescate que es realmente una hazaña increíble.
Y hay alguien a quien agradecer, alguien que desde arriba los protegió y permitió que este milagro ocurra y que el descenlace sea este que vivimos hoy.. si "el de arriba" una vez más.
Es mágico, en milagroso, es emocionante, es enriquecedor, es esperanzador esto.. es un abrir los ojos y ver que hay que luchar por la vida, y hay que pelearla hasta cuando la única salida sea hacer cosas imposibles! Fuerza, voluntad, amor, esperanza, fortaleza.. FE. Qué mejor receta que esa?
Que no quede todo esto en que "los canales de cable superaron a Tinelli", que podamos ver el mensaje de esto, entender que no pasa todo por casualidad, y que esta situación se puede comparar muchas veces con algunas de nuestra propia vida, como cuando sentimos que estamos inmersos en un vacío del que parece imposible salir, en un oscuridad que te enciera.. SÍ SE PUEDE. se puede volver a vivir, siempre hay una mano que te ayuda a levantar, a salir..

Esto es señal de que, si bien a veces lo arruina todo, el hombre puede hacer renacer esperanzas, alegrías, ilusiones, vidas. Y basta de 33 y de coincidencias y casualidades. TODO PASA POR ALGO.

Anto P.

sábado, 2 de octubre de 2010

la felicidad tan subjetiva

Hoy, mas que nunca, me pregunto: ¿Tan difícil es de entender la receta de MI felicidad?
Parece que sí, parece que nací en un ámbito (entiéndase por "familia") donde los ideales que predominan son completamente diferentes a los míos, donde es difícil de entender mis expectativas en esta vida y mis formas de disfrutarla.
En la infancia te moldean, te inscriben ciertos ideales que tomás como absolutamente verdaderos, vivís situaciones que creés normales y que las tomás como modelo. No me quejo de los ideales, si soy quien soy y estoy acá es por ello, y estoy orgullosa. Pero me quejo, me molesta, que lo que ahora en mi adolescencia/pre-juventud moldeo y vivo a mi manera, sea criticado de manera tal que no pueda vivir como realmente quisiera.
Y no planteo una vida descontrolada, sin que nada me importe, sin estudiar, rebelde, egoísta, etc. Planteo una vida donde mi familia, mis amigos, mi estudio y mi felicidad se equilibren simultáneamente, sólo eso.
Definitivamente, es mucho pedir. Lo que para mi es mi felicidad, para otros es cualquier cosa. Quienes para mi son mis hermanos del alma, para otros son algo así como los malos de la película. Lo que para mi es vivir la vida, para otros es ir contra la corriente.

Sí, daría todo por retroceder hace un mes atrás, estando en Bariloche bailando en Grisú, totalmente desconectada del mundo que me preocupa, sintiéndome felíz, como nunca antes.
Extraño todo eso, extraño haber sido felíz plenamente 10 días seguidos. Ojalá, ojalá alguna otra vez en mi vida pueda sentir eso. Pero no, no lo creo a este ritmo. No miento y no exagero si digo que mi viaje de egresados fue lo mejor que me pasó en 17 años y algo más, y agradezco eternamente a la vida por haberlo vivido, aunque me de impotencia no poder repetirlo. Y ahora, en estos momentos, cuando me siento una luchadora más en este mundo, es grato recordar que ser felíz, no es imposible.
Pero bueno, los pies sobre la Tierra están, y estoy acá (lamentablemente) en uno de esos días que conviene olvidar cuanto antes, en uno de esos días en los que me siento la oveja negra de mi familia (más aún que cada día), en uno de esos días que me siento totalmente incomprendida..

Me encantaría que entiendan que si quiero salir cada fin de semana, es porque me siento viva, felíz, me siento SER, me olvido de toda la mierda de mi sociedad por un rato y disfruto de vivir. Me encantaría que entiendan que mis amigos son los que más resaltan mis virtudes, y me hacen sentir que prácticamente no tengo defectos, que son quienes suben mi autoestima (aunque sea casi imposible, a veces lo logran), que son quienes me hacen sentir que de verdad valgo la pena. Me encantaría que mi mamá sepa y sienta todo lo que la amo y admiro, que admita mi forma de ser, que no espere cambios imposibles, y que entienda de una buena vez que la hija más chica ya no es una nena, ahora es una persona que quiere vivir lo más hermoso de su vida. Me encantaría que mi papá me demuestre que le importo y que me sienta su hija. Me encantaría tener a mis hermanos al lado mío todo el tiempo.

Me encantaría que entiendan que su felicidad no es la misma que la mía. Yo ya la encontré, la quiero vivir. Nada más.

Y así, no puedo.

Anto P.